DE ÁNGEL A DEMONIO. Por Montse Lapastora

Frecuentemente observamos que los niños adoptados pasan de un comportamiento a otro muy diferente, los padres refieren que pueden pasar de “ser un angelito o un demonio en breves segundos”. También es bastante habitual que no perciban determinadas sensaciones corporales o se comportan de forma temeraria en unos momentos y en otros sean extremadamente temerarios.