Factores parentales pueden influir en la inseguridad en el vínculo.

Muchas familias superan los conflictos y los problemas que pueden venir añadidos de una parte o de otra pero otras andan muy perdidas a la hora de que cada una de las partes consiga hacer su parte del trabajo para conseguir unos lazos fuertes y saludables.
A menudo el regalo de tener una familia se convierte en un campo de batalla donde muchas madres /padres se sienten traicionados en su dedicación y oferta de cuidados al no recibir de vuelta lo que se esperaban, la obediencia como muestra de cariño. Los padres se frustran, sufren y se vuelven hostiles con el niño; y esto es un efecto boomerang, pues lo mismo y aumentado siente el niño.