No es devolución, es abandono. Por Juan A. Casalilla Galán

Más allá de denunciar algo que es obvio: sólo se devuelven objetos adquiridos y no personas con las que nos une una filiación, la profusa utilización del término en la prensa, sin el escándalo oportuno que correspondería, debe invitarnos a pensar el hecho de que quizás refleje una actitud arraigada en nuestra sociedad donde el vínculo adoptivo se pone en cuestión.