¿Acaso los niños conspiran para que la vida de sus padres sea un desafío continuo? No, lo que pasa es que su cerebro en desarrollo lleva la voz cantante. En este libro innovador y práctico, el neuropsiquiatra Daniel J. Siegel y la experta en educación infantil Tina Payne Bryson desmitifica las crisis y los conflictos, explicando los nuevos conocimientos científicos sobre cómo está constituido el cerebro infantil y cómo se desarrolla.
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La fantasía de la novela familiar. David Brodzinsky
La mayoría de los niños resuelven la “fantasía de la novela familiar” entre los 10 y los 12 años. Cuando entran en la adolescencia, ya han aceptado que sus padres pueden tener dos facetas: pueden ser a la vez buena gente y mala gente.No obstante, para los adoptados, la novela familiar no se resuelve, con frecuencia, hasta ya entrada la adolescencia, es más, a menudo continúa hasta bien entrada la edad adulta.
¿ Por vocación u obligación? María Martín Titos y Mercedes Moya
Siempre nos hemos preguntado ante ciertos docentes que les ha tocado a nuestros hijos, si realmente les gusta su trabajo o están ahí sólo por obligación. Desde nuestra humilde opinión, hoy queremos con este post intentar contestar a algunas preguntas que pasan por nuestras cabezas más a menudo de lo que deberían. Y a animar a los docentes y familias, a abrir un debate que nos enriquezca y ayude a completarlo.
El espejo donde se mira un niño. Por Conchi Martínez Vázquez
El espejo donde ese niño se mira para aprobarse o desaprobarse es la opinión de los adultos que lo rodean.Durante los primeros diez años de vida, el niño elabora una imagen de sí mismo a partir de la información que recibe de los demás, construye un concepto de sí mismo y le otorga un valor, que llamamos “autoestima”; la autoestima contiene una apreciación de cuanto se vale y de cuanto se puede, es decir, un juicio de valor y un juicio de poder como capacidad de cambiar. Los adultos más importantes y decisivos en la formación de la autoimagen son los padres y los profesores.
Las etapas de la integración familiar. Vinyet Mirabent
Tanto los niños adoptados como sus padres adoptivos experimentan una serie de fases de adaptación en la nueva familia. Estas fases dependen mucho del niño y las condiciones en las que se encuentra cuando es adoptado y de las actitudes de los padres que pueden favorecer el ayudar al niño a realizar el tránsito de saberse adoptado a sentirse hijo
La vida previa del menor: la vida en el orfanato. Por Vinyet Mirabent
Muchos menores en adopción han aprendido a vivir para sobrevivir. En los orfanatos, sobre todo en los más grandes, hay unas normas de funcionamiento del niño incorporado: aprende a “portarse bien”, a no llorar ni pedir ayuda, porque sabe que no encontrará respuesta o que puede recibir un castigo.
Adoptar grupo de hermanos. ¿El doble de trabajo? Por Vinyet Mirabent
Los padres que adoptan han de saber que a veces el grupo de niños que le presentan como hermanos tiene muchos matices. Por ejemplo, que son hermanos de madre o del padre (y no se conocen), o que son hermanos biológicos, pero nunca han vivido juntos y, por tanto, no es tan “vinculados” como hermanos y entre ellos se sienten extraños. Según sea el grupo de hermanos que se llegue a adoptar, pueden aparecer cuestiones, dificultades o conflictos diferentes; en todo caso, las relaciones entre ellos serán más complejas.
Factores parentales pueden influir en la inseguridad en el vínculo.
Muchas familias superan los conflictos y los problemas que pueden venir añadidos de una parte o de otra pero otras andan muy perdidas a la hora de que cada una de las partes consiga hacer su parte del trabajo para conseguir unos lazos fuertes y saludables. A menudo el regalo de tener una familia se convierte en un campo de batalla donde muchas madres /padres se sienten traicionados en su dedicación y oferta de cuidados al no recibir de vuelta lo que se esperaban, la obediencia como muestra de cariño. Los padres se frustran, sufren y se vuelven hostiles con el niño; y esto es un efecto boomerang, pues lo mismo y aumentado siente el niño.
Los problemas con el apego en niños adoptados. Por Charo Blanco
A veces me pongo en el lugar de esos padres que temen que llegue el día de la dichosa tutoría, porque tienen miedo de escuchar de nuevo las mismas quejas de siempre, sintiéndose un tanto cuestionados en su capacidad como educadores.Esta situación se suma también a las dificultades en casa que están relacionadas de la misma manera, con la falta de límites, con la falta de atención y con una rabia a veces desproporcionada que aparece con frecuencia ante el más mínimo atisbo de contrariedad.
La adopción ¿Un acto de amor o de egoísmo?
La revisión lo más honesta y profunda posible de la motivaciones que llevan a la decisión de adoptar, es un trabajo previo que ha de hacerse antes de dar el paso, es un ejercicio que no tienen que hacer los padres que lo son de forma biológica, que no han de elaborar concienzudamente las circunstancias que les hayan conducido a la adopción. Los padres que aspiramos a serlo por adopción sí, tanto si la adopción se va a afrontar solo o en pareja.
Adoptar y aceptar sin condiciones. Por Mercedes Moya
Las familias adoptivas hemos de enfrentarnos a situaciones emocionales específicas en función de las vivencias, de las carencias y de las características de nuestros hijos y las propias del proceso de adopción (adaptación, apego, vinculación, búsqueda de sus orígenes, etc.) Por esto tenemos que aceptar y asumir una crianza de nuestros hijos aún más complicada que la de los hijos biológicos.
Comprendiendo a los adolescentes (multiproblemáticos o no). Conchi Martínez Vázquez
María “pincha” en clase siendo insoportable, llamando la atención de manera continuada, provocando a los profesores para ser expulsada y que le envíen al aula de convivencia. Pablo enseña sus espinas cogiendo a un compañero del cuello tirándole al suelo cuando alguien le insulta. Luis no para de echar en cara a sus acogedores que ellos no son sus padres ni mandan de él, que va a hacer lo que le dé la gana, que no soporta que se metan en su vida…