ABOOKCIÓN.¿De qué color es mi mariposa?

Este no es un cuento para niños adoptados, aunque sí es un cuento sobre adopción. La adopción es un tema con el que cualquier niño va a encontrarse tarde o temprano, en su clase seguramente o en la clase de al lado o su vecino o vecina o en su familia seguro que hay algún niño o niña que son adoptados.
Por eso este cuento no se limita al mundo adoptivo aunque también es un cuento para los niños adoptados porque se trata de una sencilla historia en la que de una forma muy abierta y espontánea su protagonista, una niña adoptada de nombre Valentina, tiene que hacer, como todos los niños de su clase, un trabajo sobre la familia. La niña tiene que explicarles a sus compañeros cómo se formó su familia. Tiene hablar de sus orígenes.

Este cuento ayuda a entender a los niños, a todos los niños, lo que significa ser adoptado. En su propio lenguaje, los compañeros de clase de Valentina van formulándole todas esas preguntas que los niños, con esa curiosidad sana y natural que poseen, suelen hacer a los niños adoptados, y Valentina las contesta desterrando tabúes, y satisfaciendo una por una la curiosidad infantil y lo hace de manera franca, sincera y llana. Así se establece un diálogo con sus compañeros de forma que todos acaban siendo partícipes de esa historia y descubriendo que Valentina tiene un don especial que no duda en compartir y presentar a todos: Monarca la mariposa que desde su nacimiento le acompaña por encargo de la luna pone el brillo mágico que todo cuento infantil necesita.
Con toda seguridad niños, padres, profesores y cualquiera que lea esta historia se sentirá mucho más cómodo con esta forma cada vez más extendida de familia que es la formada mediante la adopción infantil.
Es la misión de esta historia dar a conocer desde la mirada de los niños, cómo se forman esas familias y dar a los niños que las necesiten palabras, respuestas, fórmulas y sobre todo darles confianza en que su historia puede hacerles brillar con el brillo del deseo, el que sus padres para siempre sintieron por ellos, ese que cada mariposa desprende al batir sus alas.