Tradicionalmente la búsqueda de orígenes por parte de las personas adoptadas era considerada como un fracaso de la adopción, como indicio de una mala relación, de un vínculo fallido o de una deslealtad hacia la familia adoptiva. Todo ello evidenciaba unos prejuicios sociales y culturales negativos hacia el origen y la historia de vida de la persona adoptada y hacia la maternidad/paternidad y filiación adoptivas. En consecuencia era vivida como un tema tabú, muy difícil de manejar por parte de las familias adoptivas.
Con el tiempo, esta creencia ha ido evolucionando y, a día de hoy, la búsqueda de los orígenes se percibe cada vez más como una necesidad personal -saber qué pasó, de dónde procedes, quiénes son tu familia biológica…- que puede ayudar a afianzar una identidad más completa. Existe una mejor comprensión social del derecho de las personas adoptadas a conocer la información relativa a su origen biológico y las circunstancias de su adopción. Existe también el reconocimiento legal de este derecho.
Conviene diferenciar el concepto de búsqueda de orígenes del concepto del restablecimiento del contacto familiar.
Mientras la búsqueda de orígenes supone un proceso de investigación documental y/o una posible localización de aquellas personas a las que se está buscando, el restablecimiento del contacto familiar hace referencia al hecho de retomar una relación que ya existió en el pasado con la familia biológica o de acogida.
La iniciativa de llevar a cabo una búsqueda de orígenes debe partir de la persona adoptada. Algunas familias adoptivas buscan a la familia biológica de sus hijos o hijas después de que expresen sus recuerdos o incluso su deseo de retomar el contacto. En esta situación, se debe actuar siempre con prudencia, desde la necesidad que exprese la persona adoptada, acompañándole en el proceso y buscando, orientación y asesoramiento profesional. Un hipotético encuentro con la familia biológica ha de partir de la necesidad personal y de un conocimiento profundo de que sus motivaciones y expectativas son adecuadas y responden o se ajustan a la realidad. Un encuentro con la familia biológica debería hacerse siempre con una valoración profesional y conociendo la intención y expectativas de la familia biológica con respecto a dicho contacto.
Autores: Jaime Ledesma del Busto, Helen Louse, Vandita García Garrido, Cristina Villar Losa, Iratxe Serrano Ávila. Prólogo de Anna Badía.
You must be logged in to post a comment.