18 Y ahora qué? Presentación de una nueva sección

En Adopción Punto de Encuentro hemos abierto una nueva sección que va a tratar sobre el espinoso tema que es el llegar a la mayoría de edad  de nuestros jóvenes, tutelados, acogidos o adoptados y que está abierta a profesionales y familias que quieran aportar lo que sus conocimientos y su generosidad en compartirlos así como su tiempo se lo permita. Ya empezamos hace un par de semanas con el fantástico artículo de Rafael Llor Director de la Asociación Albores de Murcia con el que os invitamos a conocer una de estas realidades en el artículo titulado «Y AHORA QUÉ… Cumplir los 18 en un centro de protección de menores» que ha servido de inspiración para el nombre de esta sección “18 Y AHORA QUE?”

La idea y casi necesidad de abrir esta sección empezó porque mi propia hija (adoptada hace 11 años) cumplió hace muy poco 18 años y su hermano de 13 me hizo una pregunta llena de contenido ¿Mamá y si Diana no fuera vuestra hija qué le hubiera pasado?

Desde Adopción Punto de Encuentro creemos que la adopción es la mejor medida de protección para la infancia desprotegida y por eso creemos que tenemos que ayudar a hacer visible el desenlace de los niños que, tras permanecer muchos años en el sistema de protección, cumplen los 18 años y se ven forzados a enfrentarse a una vida para la que no están preparados, empezando porque evaluarlos desde una perspectiva cronológica y no madurativa es un tremendo error que los conduce al abismo, porque una constante en estos chicos es la disarmonía en su maduración. Chicos victimas de quienes tenían que protegerles, primero sus padres, su familia biológica y luego el Estado. Porque aunque existan programas para la “inserción”, de emancipación o de seguimiento, el final es que tienen que enfrentarse a una vida de adulto cuando les faltaría mucho para serlo y no sólo en edad o madurez, sino empezando por unas redes, una seguridad que si llegan a tenerlas, pierden de forma más o menos repentina cuando su desarrollo no se ha completado de forma adecuada.

Pero también queremos que esta sección incluya las vicisitudes de los chicos y chicas que cumplen 18 años en familias de acogida y en familias adoptivas, chicos que su pasado les impide enfrentarse o acoplarse en una sociedad que les exige un desarrollo que no han coronado, pretende hacer visible las dificultades por las que atraviesan tanto ellos como sus familias y tutores. Tal vez consigamos entre todos mover algo, porque tenemos que aspirar a un sistema más justo, más comprensivo, más humano y sensible con este tema. Al menos que quede evidenciado y que esta sección sirva para reflejarlo.

El próximo lunes Dolores Urizar Educadora Social, Diplomada en Traumaterapia Infanto Juvenil Sistémica que desarrolla una parte de su trabajo en un programa de Acogimiento Residencial de la Fundación Hogar de San José, en Gijón nos hará una reflexión a la que no podemos sustraernos, “Los datos sociológicos nos confirman que la edad media en la que l@s jóvenes se independizan supera los 30 años, que muchos estudian hasta mas allá de los 25 años, que el acceso al mercado laboral de l@s jóvenes es difícil, y cuando lo hacen es precario e inestable, que tienen dificultades para acceder a una vivienda … ¿Por qué entonces el sistema de protección se empeña en independizar a sus “hijos” a los 18?”

Y no será la única  Dolores Urizar desde su compromiso y sensibilidad con su trabajo nos hará una serie de consideraciones que no podremos pasar por alto. Una mujer convencida “que el mundo cambiaría en una generación si tuviéramos medidas protectoras eficaces para la infancia, capaces de proteger a l@s niñ@s y adolescentes y ofrecerles alternativas adecuadas a sus necesidades, en el contexto más adecuado: acogimiento o adopción o centro cuando estas medidas no sean viables, aunque pienso-idealizo-sueño que siempre hay una familia para cada niñ@.”

Os invitamos a leer el próximo lunes un artículo que emociona y levanta ampollas.

Mercedes Moya

 

 

 

 

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