ADOPCINE. La hija de un soldado nunca llora. Con José Ignacio Díaz Carvajal

La hija de un soldado nunca llora, cuenta una historia de una familia norteamericana bastante feliz, que adopta un hijo en Francia, de forma ilegal. Y de cómo vuelven a su patria justo al comienzo de la adolescencia de sus hijos, con lo que implica de dificultades de adaptación.
Da una imagen quizás muy idealizada de todo el proceso, y de una ausencia de grandes conflictos en una adopción de un niño mayor y con grandes diferencias culturales.Pero merece la pena verse.

 

ADOPCINE

J.Ignacio Díaz Carvajal,  dirige esta sección y  cada semana aprendemos mucho a través de las historias  con temática adoptiva que él nos sugiere.

Adopcine es el cine desde la mirada adoptiva. Películas, documentales y vídeos que tratan la temática de adopción y de acogimiento.

 

La hija de un soldado nunca llora (A Soldier’s Daughter Never Cries) (1999)

1998 A soldiers daughter never cries - La hija de un soldado nunca llora (esp)Director: James Ivory
Reino Unido
1999
127 minutos
Drama

Sinopsis: Un matrimonio americano -los Willis- se traslada a vivir a París con su hija. Allí, la familia adoptará un niño francés abandonado por su madre adolescente. La vida de los Willis es como la de tantas familias, aunque con la peculiaridad de que son americanos en el extranjero. (FILMAFFINITY)

Valoración cinéfila 6/10
Valoración adopción 9/10

James Ivory dirigió esta película como adaptación de una novela autobiográfica de Kaylie Jones (1990), (que había escrito De aquí a la Eternidad, o La delgada línea roja).
Cuenta, en varios capítulos, el desarrollo de la vida de una familia, bien avenida, que decide adoptar un hijo durante su estancia en París.
En el primero, titulado «Billy», llega a la casa Benoit (Samuel Gruen),un huérfano francés, hijo de una adolescente, que lo tuvo con 15 años y que decide que no puede criarlo. El chico ha pasado por tantos orfanatos y familias de acogida, que no deshace nunca su maleta, para así poder irse, enseguida, con todas sus pertenencias.
Channe, la hija, tiene una superprotectora tata portuguesa, que hace de segunda mamá de la niña. Y no encaja bien tener un hermanito.
Los padres, realizan una adopción ilegal para su país de origen, los EEUU. Pero obtienen la renuncia de la madre biológica, que se niega a que su hijo le vea.

Cuando Benoit consigue adaptarse, le piden que cambie de nombre, pues no les gusta el suyo y el niño pide cambiarse el nombre a Billy (el diminutivo de su padre adoptivo)

En el segundo capítulo, «Francis», Channe (Leelee Sobieski) establece una estrecha amistad con Francis (Anthony Roth Costanzo), obsesionado por la ópera, sin padre y con una relación muy fuerte con su madre.
largeEn «Daddy» el tercer capítulo, se desarrolla en North Carolina, dónde el padre busca refugio y tratamiento para su corazón enfermo, sabiendo que va a empeorar. Billy (Jesse Bradford) crece alienado y sin salir apenas de casa y la hermana se socializa, pero utilizando su libertad sexual, no propia de esos lares, para relacionarse con lo que se gana una mala fama, por las diferencias culturales.

Esta película es interesante, con música, fotografía y paisajes, preciosos. Cuenta , una vida familiar, de una época y una clase social determinadas. Pudiendo verse una familia con hijos biológicos y adoptados, y que la relación entre todos es sin distinciones.
El síntoma que trae Benoit, de ir con su maletita a todos sitios es muy curioso y totalmente real. Así como el que tendrá de mayor, de no adaptarse, de no salir, de no querer dejar a su madre, y no tener ningún interés de conocer a su madre biológica, aunque esta le dejó un diario por si algún día él quería conocer su historia y lo que ella sentía mientras le llevaba en su seno.
Quizás da una visión muy idealizada y positiva de la adopción, sin grandes conflictos ni en el entorno familiar ni en el exterior. Pero imaginamos que este chico francés pudo sentir grandes diferencias culturales, que estos padres norteamericanos recalcan varias veces en la película. Y que su deseo de pertenecer a la cultura norteamericana, aunque implica un deseo de pertenencia completa a esta familia y su origen, también implica una renuncia a su propia identidad, que en parte parece desvalorizada por estos padres, que creen venir de una cultura superior a la europea.
Es una película con cierto drama, pero contenido. Que emociona, pero sin pasarse. Y que describe una familia, en parte idílica, sin muchos resaltes ni escollos.
Puede ser interesante el como muestra la entrada en la vida adulta, de los dos niños protagonistas.
Desde el punto de vista de nuestros niños y niñas adoptados, puede generar cierto problema el hecho de que estos padres, a pesar de sus buenas intenciones, realmente hicieron una adopción ilegal, que no consiguieron solucionar ni volviendo a los Estados Unidos, siendo este hijo, no reconocido por las autoridades y sin la nacionalidad de sus padres. Lo cual puede generar ciertas dudas sobre la propia adopción y sobre la posibilidad de que esto les ocurra en sus casos específicos.

graciasJosé Ignacio Díaz Carvajal . Padre adoptivo. Médico psicoterapeuta.

Os invitamos a visitar  su valioso blog ” Películas y adopción”  sobre películas relacionadas con el complejo mundo de la adopción: abandono, acogimiento, adopción, adopción internacional, interracial, homoparental, monoparental femenina, monoparental masculina , adoptados adultos…y a leer sus interesantes críticas.

 

 

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