The Florida Porject, es una película norteamericana de 2017, dirigida por Sean Baker, que retrata el tema previo a las adopciones: la situación de desamparo en la que incurren ciertas familias con sus hijos, por lo que pueden llegar a perderlos y ser dados en adopción.

En este caso es una situación práctica de desamparo, en la que todavía no se ha producido la retirada, pero que puede no estar lejos. Nos lo presentan como una vida divertida y loca para esta niña y sus amigos, pero en una realidad durísima, que puede ser peligrosa en muchos momentos. Pero es la solidaridad grupal y de las personas que rodean a esta familia, la que hace que la película no sea odiosa, de sufrimiento por esa niña, sino que lo podamos tolerar, pues hay ciertas salidas…por ahora, que permiten que la niña sobreviva, psicológicamente.

Una película muy recomendable.

Muy reciente.

J.Ignacio Díaz Carvajal,  es médico psiquiatra especialista en adopción  y posee un enorme conocimiento sobre cine y dirige esta sección en la que cada semana aprendemos mucho a través de las historias  con temática adoptiva que él nos sugiere.
Adopcine es el cine desde la mirada adoptiva. Películas, documentales y vídeos que tratan la temática de adopción y acogimiento.

The Florida Porject   (2107)

Director: Sean Baker
EEUU
2017
115 min
Drama

Sinopsis: Una niña de 6 años, pasa el verano en un motel cercano a Disney World de Orlando, procurando divertirse a su manera, mientras los adultos que les rodean intentan sobrevivir a su situación de penuria económica y existencial.

Valoración cinéfila 8/10
Valoración abandono 9/10

Estamos ante una película excelente desde muchos puntos de vista. La interpretación de la niña Brooklynn Prince, es de una intensidad y naturalidad extraordinarias.Y las otras interpretaciones de los diferentes protagonistas nos la hace totalmente creíble.

La niña vaga por los alrededores del motel junto a un amiguito y copian todos los comportamientos impulsivos, disruptivos e irrespetuosos, de su madre…una chica muy joven, que no sabe cuidarse ni cuidar a su hija y se limita a sobrevivir como puede. Realmente son personas sin hogar, desde un punto de vista práctico. Eso implica comer mal, vivir en unas condiciones en las que no sabe si tendrá que abandonar el motel cada semana, por falta de pago, y que su hija viva en un descontrol absoluto, estando en situaciones de verdadero riesgo.
Pasan cosas terribles, como la niña tenga que soportar que su madre se prostituya en su propia habitación mientras, sin saberlo, juega en el baño.

El personaje de la madre no se hace odioso, por su propia carencia y comportamiento de niña, que hace que podamos comprenderla en su dificultad para vivir. Pero si nos ponemos en el lugar de su hija no podemos dejar de sufrir por ella, a pesar de que disfrute de su vida alocada y divertida.
Es la situación que observamos muchas veces en niños que acaban en los servicios de protección, porque sus madres no han podido garantizarles un mínimo de seguridad y de cuidados (aunque sí cierto amor y ternura) y que estas propias madres ya son usuarias de los servicios sociales desde su propia infancia. Cumpliéndose un círculo de reproducción de su propia vida en la de sus hijos. Y los padres varones están ausentes quizás por desconocidos, o por problemas legales.
En la película hay una solidaridad que enternece, entre muchos de los que viven en este lugar tercermundista, de cierta marginalidad.
Y encontramos otras situaciones menos malas, como la de una abuela que cuida de los hijos de su hija adolescente, en un acogimiento informal. Pero al fin y al cabo en una situación precaria.
Una película a ver. Que nos refleja el lado oscuro del que muchas veces provienen los niños adoptados, o acogidos y al que no podemos ignorar.

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