La cabeza alta, es una película francesa de 2015, dirigida por Emmanuelle Bercot. Nos habla de un adolescente, Malony, que parece destinado a una vida de prisiones y perdición. Pero que encuentra en su camino personas que creen que puede tener otro destino y actuan en forma de tutores de resiliencia: una jueza y un educador. La película es magnífica, para entender los orígenes y las dificultades de comportamiento que pueden tener niños abandonados tempranamente y/o con padres sin consistencia educativa ni amorosa. Van a encontrar muchas dificultades de ser entendidos y de que les ayuden a mejorar y cambiar. Pues su trato es difícil , complicado y  tienen una gran obstinación para seguir su propio camino (opuesto al de la sociedad)
Magnífica película, para mentes que no se asustan ante las realidades del abandono y entienden que para solucionarlo , con el amor no basta.

J.Ignacio Díaz Carvajal,  dirige esta sección y  cada semana aprendemos mucho a través de las historias  con temática adoptiva que él nos sugiere.

Adopcine es el cine desde la mirada adoptiva. Películas, documentales y vídeos que tratan la temática de adopción y de acogimiento.

La cabeza alta (La tête haute ) (2015)

Director: Emmanuelle Bercot
Francia
2015
120 min

Drama.

Sinopsis: Tras haber sido abandonado por su madre, el joven Malony lleva desde que tenía 6 años entrando y saliendo del juzgado de menores. La jueza que le toca, que quiere hacer algo diferente por sus «chicos»,  intenta lograr cambios en su vida. Ayudada por un educador social, al que ella, en el pasado, también rescató de la calle le van intentado apoyar.  Procuran que no ingrese en prisión, sino en dentros educativos especiales. Buscando que de alguna forma no caiga en lo que parece un destino de delincuencia y sinsentido.

Valoración cinéfila 7/10
Valoración acogimiento 10

Película muy interesante para ver una situación límite, en el que el abandono y la negligencia, pueden dañar a un niño hasta cotas insospechadas. Conviertiéndole en alguien que no puede confiar en el amor, ni en que haya nada bueno destinado para él en la vida. Roba, engaña, hace daño y no puede evitarlo, debido a su impulsividad extrema, su intolerancia a la frustración, y la incomprensión de un mundo lleno de reglas que no están para él.
El sistema le irá mostrando su cara más dura en forma de carceles, reformatorios y centros de reeducación, pero también encontrará en la jueza y su nuevo educador, unos tutores de resiliencia, que de alguna manera pueden generarle cierta esperanza. Así como una chica que se enamora de él y a la que no puede querer sin hacerle daño. Y con la que parece que podrá crear una familia y cambiar. Aunque esto queda en el aire, y si somos realistas, con bastantes dudas de que pudiera ser posible, debido al daño en la mente y el corazón de este niño.
La recomiendo ver , sobre todo a personas que traten con niños y niñas conflictivos, con dificultades con la agresividad y la frustración. Y para entender que no siempre es posible un cambio suficiente, cuando hay tanto daño.
De hecho en la película, en ningún momento se plantea más solución que el internamiento en instituciones especializadas de acogimiento y reeducación, y no en familias de ningún tipo.

Una película  desvalorizada por la crítica, pero que encuentro estupenda.

José Ignacio Díaz Carvajal . Padre adoptivo. Médico psicoterapeuta.

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