Una llamada a las instituciones para que los niños adoptados sean reconocidos como lo que son: niños con necesidades muy especiales y con discapacidades emocionales derivadas de su punto de partida, el abandono.El problema que vengo a exponer es que desde las instituciones estos niños a veces son tratados como iguales y otras veces no.
La vida previa del menor: la vida en el orfanato. Por Vinyet Mirabent
Muchos menores en adopción han aprendido a vivir para sobrevivir. En los orfanatos, sobre todo en los más grandes, hay unas normas de funcionamiento del niño incorporado: aprende a “portarse bien”, a no llorar ni pedir ayuda, porque sabe que no encontrará respuesta o que puede recibir un castigo.
ADOPCINE con José Ignacio Díaz Carvajal.El Largo regreso a casa
Una interesante película donde se puede ver lo difícil que puede ser para algunos niños, el integrarse en su familia de adopción o acogida, cuando tienen un proyecto oculto de reencuentro, que les domina y que les hace conservar una lealtad hacia su familia biológica, incompatible (para ellos) con la total entrega a la nueva familia. Película entera en Youtube.
Las fantasías en los orígenes. Por Beatriz Benéitez Pérez
"Más tarde o más temprano todos pensamos e imaginamos sobre a quien nos parecemos, cómo son nuestros parientes biológicos, quiénes son, a qué se dedican, nos imaginamos incluso aspectos relacionados con su salud, el entorno en el que viven, su casa, su barrio, su pueblo o su ciudad, su país o su continente."
Decálogo del adolescente. Montse Lapastora.
Cuando el hijo adoptado dice a sus padres “tú no eres mi verdadera madre”, es lo mismo que cuando un hijo biológico dice: “yo no te pedí venir al mundo”. El dolor que pueden provocar ambas frases estará determinado por el grado de madurez de los padres, pues las dos tienen como objetivo un chantaje emocional para conseguir lo que quiere. Hay una serie de normas elementales que pueden orientar a los padres a tratar y enfrentarse a sus hijos.
Los padres como filtro estabilizador de los niños ansioso-ambivalentes. Por José Luis Gonzalo Marrodán.
Los niños ansioso-ambivalentes han tenido cuidadores crispados, tensos, a veces hostiles, en ocasiones sintonizados y conectados emocionalmente con el niño pero en otros momentos, negligentes, rechazantes, olvidadizos… En una palabra: cambiantes. Por eso agradecen y se benefician de adultos con perfiles de apego seguro que son capaces (tras mucho tiempo y trabajo) de regular rápido al niño.
Hunt for the Wilderpeople. Por José Ignacio Díaz Carvajal.
Película neozelandesa, dirigida por Taika Waititi, nos habla de la relación de un niño acogido mayor, que ha pasado por muchas otras familias y por fin encuentra una diferente, que precisamente por su falta de exigencias y de estructura habitual, es la perfecta para que este niño evolucione y cambie en su proceso de maduración adecuado.
Sobre la adopción de niños mayores. Magdalena Juan Ampuero
Los niños mayores son niños perdidos que necesitan que unos padres los encuentren. Son fieros porque necesitaron esa fiereza para sobrevivir, pero si se les mira “de otra manera” es muy fácil descubrir su parte tierna, su fragilidad, su vulnerabilidad y la necesidad imperiosa de que alguien les rescate de su destino cruel.