Los niños ansioso-ambivalentes han tenido cuidadores crispados, tensos, a veces hostiles, en ocasiones sintonizados y conectados emocionalmente con el niño pero en otros momentos, negligentes, rechazantes, olvidadizos… En una palabra: cambiantes. Por eso agradecen y se benefician de adultos con perfiles de apego seguro que son capaces (tras mucho tiempo y trabajo) de regular rápido al niño.

María “pincha” en clase siendo insoportable, llamando la atención de manera continuada, provocando a los profesores para ser expulsada y que le envíen al aula de convivencia. Pablo enseña sus espinas cogiendo a un compañero del cuello tirándole al suelo cuando alguien le insulta. Luis no para de echar en cara a sus acogedores que ellos no son sus padres ni mandan de él, que va a hacer lo que le dé la gana, que no soporta que se metan en su vida…

¿Has oído hablar de mindfulness? Seguro que sí y que te ha ...

En los niños víctimas de malos tratos, procesos traumáticos o institucionalizaciones prolongadas, la ausencia o deficiencia en la función ejecutiva se observa con bastante frecuencia, siendo ésta la causa principal de problemas de aprendizaje (bajo rendimiento escolar) y también de las dificultades que presentan en la interacción social con otros niños, así como en la convivencia familiar.