Los padres que adoptan han de saber que a veces el grupo de niños que le presentan como hermanos tiene muchos matices. Por ejemplo, que son hermanos de madre o del padre (y no se conocen), o que son hermanos biológicos, pero nunca han vivido juntos y, por tanto, no es tan “vinculados” como hermanos y entre ellos se sienten extraños. Según sea el grupo de hermanos que se llegue a adoptar, pueden aparecer cuestiones, dificultades o conflictos diferentes; en todo caso, las relaciones entre ellos serán más complejas.
Factores parentales pueden influir en la inseguridad en el vínculo.
Muchas familias superan los conflictos y los problemas que pueden venir añadidos de una parte o de otra pero otras andan muy perdidas a la hora de que cada una de las partes consiga hacer su parte del trabajo para conseguir unos lazos fuertes y saludables. A menudo el regalo de tener una familia se convierte en un campo de batalla donde muchas madres /padres se sienten traicionados en su dedicación y oferta de cuidados al no recibir de vuelta lo que se esperaban, la obediencia como muestra de cariño. Los padres se frustran, sufren y se vuelven hostiles con el niño; y esto es un efecto boomerang, pues lo mismo y aumentado siente el niño.
Ni mudable ni provisional. Mercedes Moya
Tal vez parezcan meras anécdotas, pero son grandes retos emocionales que hay que afrontar. No es un camino unidireccional, no puedes poner tú todo el amor. Como mucha gente, nunca me había planteado que también tenía que enseñar a querer y habrá quien piense que los sentimientos no se enseñan ni se aprenden, solo se sienten. Yo antes de tener a mis hijos también lo creía así.
Los problemas con el apego en niños adoptados. Por Charo Blanco
A veces me pongo en el lugar de esos padres que temen que llegue el día de la dichosa tutoría, porque tienen miedo de escuchar de nuevo las mismas quejas de siempre, sintiéndose un tanto cuestionados en su capacidad como educadores.Esta situación se suma también a las dificultades en casa que están relacionadas de la misma manera, con la falta de límites, con la falta de atención y con una rabia a veces desproporcionada que aparece con frecuencia ante el más mínimo atisbo de contrariedad.
DE ÁNGEL A DEMONIO. Por Montse Lapastora
Frecuentemente observamos que los niños adoptados pasan de un comportamiento a otro muy diferente, los padres refieren que pueden pasar de “ser un angelito o un demonio en breves segundos”. También es bastante habitual que no perciban determinadas sensaciones corporales o se comportan de forma temeraria en unos momentos y en otros sean extremadamente temerarios.
La sexualidad en el adolescente adoptado. Vinyet Mirabent
Según la psicoterapeuta,Vinyet Mirabent, "la adolescencia implica duelos y nuevas experiencias, miedos pero también expectativas de vida”. Con preciosas palabras hace la reflexión de que en esta etapa está en juego “el proceso de convertirse en uno mismo”.
Cómo dejar de ser una madre rebelde y desafiante. Por Mercedes Moya
Tenemos que darnos cuenta es que nosotros provenimos de un sistema familiar con un modelo y una manera de educar que es posible dejar de perpetuar. Con comportamientos de confrontación nos cargamos la confianza, la relación y el apego perdiendo la capacidad de relacionarnos con nuestros hijos. Aprender a identificar los problemas, no solo los evidentes sino los subyacentes y no sólo los de los niños sino los nuestros. los adultos que interactuamos con ellos.
Funciones emocionales de los padres
Son estas funciones las que hacen posible reconocer los sentimientos y los conflictos, poder nombrarlos, ponerlos en palabras, reconocer las ansiedades y aguantarlas, contenerlas para que no se desborden, y hacer uso de la capacidad de pensar, de comprender lo que pasa, para poder encontrar soluciones, nuevas vías de actuación, etc. Son los padres los que han de asumir estas funciones para que la familia pueda avanzar como tal, para que en definitiva, pueda ser verdaderamente familia.
Ya está aquí mi hijo ¿Cuándo llegará el amor?
Y es que de esto poco se habla, nos preparamos para que el niño ese diminuto (o no tanto) extraño, no nos quiera desde un principio, incluso a veces nos desdeñe, nos manifieste que papá y mamá son palabras exentas del sacro significado que poseen para nosotros, pero no nos preparamos para los extraños que encontramos en nosotros mismos. Y es para lo que también hay que prepararse, nos hablan de duelos y despedidas, pero no de presentaciones, de saludos y acogimiento a nuestros propios “yo” recién descubiertos.
Una nueva cultura de la adopción
Se trata de promover la formación basada en una información verídica y objetiva de las circunstancias y sucesos con los que una familia adoptiva puede tener que enfrentarse empezando porque todo el mundo debería entender que “adoptar no equivale a tener un hijo propio” sino que es algo mucho más complejo, y que hay que empezar por no escandalizarse ni ofenderse por sentencias como esta.
Adoptar y aceptar sin condiciones. Por Mercedes Moya
Las familias adoptivas hemos de enfrentarnos a situaciones emocionales específicas en función de las vivencias, de las carencias y de las características de nuestros hijos y las propias del proceso de adopción (adaptación, apego, vinculación, búsqueda de sus orígenes, etc.) Por esto tenemos que aceptar y asumir una crianza de nuestros hijos aún más complicada que la de los hijos biológicos.
El uso de las recompensas para estimular comportamientos favorables.
Se acaba el curso, y las puertas de los colegios y los centros comerciales se llenan de catálogos repletos de juguetes con los que regalar a nuestros hijos por su buen comportamiento. ¿Son buenas estas recompensas? Si bien la mejor recompensa es la atención de los adultos, hay otros tipos de premios «concretos» que a veces podemos utilizar: actividades o privilegios especiales como un paseo, un rato más de dibujitos.