Recibimos muchas preguntas a través de mensajes privados de nuestras cuentas de facebook y twitter también en nuestro correo info@adopcionpuntodeencuentro.com
Preguntas que nosotros también nos hacemos y que tienen una difícil respuesta a veces también para los profesionales técnicos en adopción y acogimiento. En Adopción punto de encuentro contamos con la colaboración y la predisposición a ayudar de los mejores especialistas que además siempre son los más accesibles y dispuestos a ayudar.
Así es Juan Alonso Casalilla Galán. Psicólogo. Especialista en Adopción. Experto en Protección de Menores y colaborador permanente en diferentes administraciones públicas (autonómicas y centrales) para la Formación de Profesionales que trabajan en Adopción y Acogimiento Familiar, a quien hemos remitido todas esas preguntas que con insistencia se formulan muchas familias, familias en espera para su primera adopción, otras que esperan su segundo hijo y muchas con sus hijos aquí a las que aún «escuece» el proceso por el que tuvieron que pasar y la larga espera que soportaron para conseguir ser padres por adopción.
Juan Alonso Casalilla Galán nos aclara que «hace una aproximación de respuesta ya que se trata de preguntas fundamentales para los sistemas de protección y de cuya respuesta dependen en buena medida la gestión de las problemáticas complejas de las que nos ocupamos.
La respuesta a las preguntas que planteáis dependen en gran medida del sistema de protección al que nos estemos refiriendo (nacional vs extranjero). Incluso dentro de nuestro país cada comunidad tiene normativas y formas de funcionar distintas que hacen imposible una respuesta general. Por eso el acercamiento que hago es genérico pero abierto al diálogo para aclarar extremos que no queden claros.»
¿Crees que primar más el acogimiento frente a la adopción puede suponer una mejora para solucionar el problema de los niños que crecen sin una familia?
Cuando un niño se encuentra en una situación de dificultad por el inadecuado ejercicio de los deberes de protección que tienen los padres para con él, las administraciones de cualquier país encargadas del mismo, deben articular medidas encaminadas a paliar dicha situación.
Estas medidas deben, en primer lugar, procurar solucionar su problema sin sacar al niño de su entorno familiar. Cuando esto no es posible y la separación de su familia es ineludible, se han de procurar medidas que posibiliten el retorno a su familia en el menor tiempo posible. Es aquí donde se encuadran todas las modalidades del Acogimiento Familiar. Es también en este punto donde debe primar el Acogimiento en Familia frente a la permanencia del niño en cualquier institución.
Cuando el retorno a la familia no se contempla es cuando se opta por la adopción dentro del propio país como medida de protección, y solo cuando no existen familias dentro de su país de origen se piensa en la adopción por parte de personas extranjeras como medida de protección adecuada para ese menor. Por lo tanto, la adopción es una medida de carácter subsidiario, siendo la última medida en la que piensan los organismos encargados de la protección de menores como indicada para solucionar las situaciones de dificultad que sufre la infancia.
Por lo tanto cualquier sistema de protección piensa en la Adopción o en el Acogimiento como tratamientos distintos para problemáticas distintas. Su aplicación deberá ser determinada por la pertinencia técnica en cada caso. Una no debe primar frente a la otra a priori. Lo que si debe primar es el Acogimiento Familiar frente al Acogimiento Residencial.
Cómo y qué criterios se siguen a la hora de elegir familias para adoptar, si es una selección basada en criterios concretos o si, dados los recursos existentes y las familias apuntadas, escogéis a quien le toque o el perfil que más se ajuste y si hay familias verdaderamente preparadas para algunos casos más difíciles.
Los criterios para la idoneidad están recogidos en la legislación y aunque son genéricos responden a estándares bien conocidos por los profesionales.
Muy sintéticamente podríamos decir que sobre una base de estabilidad social y psicológica se evalúa el proyecto de adopción o acogimiento de los solicitantes. Se valora si el legítimo deseo de la pareja o solicitante individual, el cual se cristaliza en un ofrecimiento, tiene detrás unas expectativas y unas capacidades acordes al mismo. Recordemos que la parentalidad adoptiva conlleva retos específicos que los solicitantes deben de ser capaces de abordar a lo largo de todo el ciclo vital del menor.
A este respecto recomiendo echar un vistazo las siguientes entradas de mi Blog y al “Manual de idoneidad para la adopción”:
La valoración de solicitantes en adopción: una nueva tarea para una nueva realidad.
Otro aspecto a desarrollar es que la idoneidad para adoptar depende del ofrecimiento que haga la familia, ofrecimiento que determinará las capacidades y recursos que evaluamos. No es lo mismo adoptar a un bebé sano que a un grupo de hermanos para adopción abierta.
Aquí es donde aparece una de los talones de Aquiles de los sistemas de protección: la inmensa mayoría de los ofrecimientos, sobre todo en adopción, son para menores de hasta 3 años de edad y sin ninguna dificultad psíquica ni física, la consecuencia lógica es la dificultad para encontrar número suficiente de familias idóneas para niños mayores o con algún tipo de dificultad.
Más allá de esta dificultad, una vez tenemos delante el “listado” de la familias consideradas idóneas se busca el ajuste al perfil.
¿Qué crees que sería necesario cambiar para solucionar el problema de los niños que no son ni acogidos ni adoptados, que crecen sin una familia?
Existen muchos niños que no son adoptados y acogidos. En sí no ser adoptado ni acogido no es un problema “a priori”. Existen situaciones de desprotección para las cuales no está indicada ni la adopción ni el acogimiento.
El foco hay que centrarlo en cuál es la medida de protección adecuada para cada circunstancia particular, para cada niño en concreto tal y como mencionaba más arriba. Una medida nunca tiene que primar en detrimento de otra salvo lo dicho en el anterior párrafo.
Como ya comenté más arriba cada situación tiene su medida más indicada.
El problema se plantea realmente cuando está indicada la adopción o el acogimiento y no existen familias que están dispuestas y a la vez sean capaces de asumir determinadas problemáticas. En este sentido los niños mayores, los niños con problemas de conducta y los niños con enfermedades o incapacidad son los que muchas veces, a pasar de poder beneficiarse de una adopción o un acogimiento no disponemos de familias. También existen dificultades para encontrar familias de acogida cuando la relación con la familia biológica es muy frecuente y cercana.
Como solución es necesario informar más y mejor a la sociedad de lo que son las necesidades reales de los niños/as que deben ser protegidos. Muchas veces circula una versión excesivamente simplista de este fenómeno tan complejo. Las campañas de sensibilización y la promoción son a este respecto el único camino.
¿Crees que sería bueno que hubiera convenios entre comunidades para que las adopciones no tuvieran que ceñirse sólo a cada comunidad autónoma? ¿Abogarías por esto?
Si, aunque ya de hecho se hace puntualmente en adopciones especiales. Este es un capítulo que ha tenido intentos fallidos dado lo diverso y disperso de las normativas y legislaciones autonómicas.
¿Qué se podría hacer para que las adopciones no se eternizaran?
Esta pregunta no puede ser contestada genéricamente. Los retrasos son causados por múltiples motivos. Aquí habría que ver de qué país hablamos, cuál es el ofrecimiento que se espera…etc.
Una de las causas menos mencionadas de los retrasos es la de que existen muchos ofrecimientos para determinados niños y muy pocos para menores de mayor edad y con necesidades especiales. Aspecto éste mencionado más arriba.
Agradecemos a las familias que nos confiéis vuestras dudas y preguntas y a Juan Alonso Casalilla Galán su tiempo y generosidad y os animamos a que visitéis su magnífico blog Adopción, acogimiento y familias.Reflexiones y comentarios relacionados con esta manera de crear familia.
Y a ver y oír su brillante intervención en el 1er Congreso Gallego de Adopción titulada “Como ayudar a los solicitantes a tomar una decisión responsable: los límites de los modelos actuales de formación-valoración”.
Juan Alonso Casalilla Galán. Psicólogo.Especialista en Adopción. Autor del “Manual para la valoración de la idoneidad en adopción”de la Comunidad de Madrid, de “El reto de ser padres: guía práctica de postadopción”, así como de diversos artículos científicos relacionados con la adopción. Experto en Protección de Menores y colaborador permanente en diferentes administraciones públicas (autonómicas y centrales) para la Formación de Profesionales que trabajan en Adopción y Acogimiento Familiar.
Desde 1987 ha realizado su actividad profesional en el ámbito de los menores protegidos. En la actualidad y desde hace veinte años desempeña su labor profesional como psicólogo en distintas áreas del Instituto Madrileño de la Familia y el Menor.
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