ESO vs E2O. Por Amparo Sánchez Alegre.

Hace años que repito una frase cuando hablo con familias que están desesperadas por la situación académica de sus hijos: “Hay vida después de la ESO”.
Supongo que se la escuché a alguien hace muchos años, y cuando llegamos a la ESO, la hice mía.

He escuchado a varios especialistas en trauma últimamente y, todos coinciden en que nuestros hijos, que han vivido situaciones de adversidad temprana, que muchos tienen trauma complejo, tienen el cerebro en modo “supervivencia” y es incompatible con el modo “aprendizaje”.

Todos ellos desarrollan distintas estrategias para esa “supervivencia”:
1. Algunos retan, pelean, son disruptivos en clase, no están bien, es un lugar hostil para ellos y así lo manifiestan desde infantil hasta que conseguimos encontrar otro itinerario para ese infierno en que se convierte el colegio desde su percepción.
Mientras tanto tienes a toda la comunidad educativa en la oreja: madres que se te quejan en la puerta del cole de si tu hijo ha hecho esto o aquello; profesoras diciéndote si eres demasiado protectora o que porque no lo medicas; orientadoras pasando pruebas y ensayando test a ver si consiguen la etiqueta que mejor les vaya (en ocasiones que mejor les vaya a ellos y no a nuestro hijo).
2. Hay otros que se instalan en la hiperexigencia para responder así a lo que ellos creen que son nuestras expectativas. Esos suelen ser brillantes en los estudios, en el deporte o en cualquier otra cosa que se propongan….hasta que algo les sirve de disparador y empiezan a hacer aguas.
3. Otros son adaptativos….intentan pasar desapercibidos. Se aíslan en clase, pasen el rato en “su nube” (y ahí puede haber una disociación pero como no dan guerra…..), se adaptan a la clase, al grupo de amigos, a las dinámicas familiares. No destacan y, desde ahí, van gestionando como pueden el entorno. A veces, el dolor se les hace tan fuerte, mientras callan, que notamos lo que está pasando cuando hay graves signos de alarma, como las autolesiones.

¿Qué sucede cuando llegan a la ESO?

Pues que a muchos, aunque hayan ido pasando renqueando, sin ruido, por la primaria, se les viene el mundo encima. Son demasiadas cosas que gestionar:
1. Sus cambios físicos
2. Su identidad con el grupo, con la familia, con el entorno
3. Sus hormonas y su sexualidad que empieza a despertar
4. Las exigencias académicas que se van complicando
5. Sus emociones que, de repente, alcanzan otra dimensión para saber quien son.

De repente ese niño que teníamos ya no es un niño, no sabemos quién es exactamente….y él tampoco.

Según como haya sido su modelo de reacción ante las situaciones nos vamos a volver a encontrar con chavales muy disruptivos, y se complica mucho su situación debido al régimen disciplinario de la ESO; con chavales con mucha ansiedad por su hiperexigencia; o con chavales “congelados” porque no saben como reaccionar ante todo eso….pero en cualquier caso, muy desregulados, y que necesitan de sus adultos de referencia. Nosotros deberíamos estar ahí los primeros para regularlos, o para estar atentos y presentes y saber como se están regulando y mentalizarlos con lo que les está sucediendo y hablar con ellos antes de que la situación sea más grave (consumos, adicciones a videojuegos, a juegos de azar, al propio deporte, trastornos alimenticios…..). La dificultad que encontramos es que, cuando llegamos a esta edad, muchas veces, los primeros desregulados somos nosotros, porque aún no hemos trabajado ni nuestros disparadores, ni nuestros miedos, ni hemos hecho nuestros duelos….y ellos no están precisamente en el momento más receptivo para escuchar a sus padres, escuchan antes a cualquier colega que a nosotros.

Siendo sinceros, el sistema educativo nos da pocas opciones, por no decir ninguna, y quiero aclarar en este punto que voy a hablar desde mi realidad en mi CCAA, puesto que me consta que, en otras comunidades, dado que las competencias en Educación están derivadas a las mismas, las opciones o la situación pueden no ser la mismas.

Si pasamos a la ESO justillos, o si 1º se convierte en un tremendo batacazo, la primera opción que te van a dar es que repita….sin tener en cuenta el trauma social que puede suponer para algunos a esa edad descolgarse de su grupo, y los pocos beneficios que tiene la repetición si no se atienden las necesidades o dificultades que presente.
A mí me pasó una cosa curiosa: con el mayor, que tenía un perfil disruptivo ni me plantearon que repitiera, con la pequeña, que allí tenía un perfil más adaptativo pretendían que el único recurso fuera repetir pero, como yo de adaptativa (al menos en lo que a la educación de mis hijos se refiere) tengo poco…me negué porque sabía que para ella iba a ser muy difícil a nivel social (ya habíamos pasado por esa experiencia en 5º de primaria y había sido catastrófico el resultado).

En la ESO, al menos en mi comunidad y en algunos colegios (no sé si existe en todos) está la opción de pasar a PMAR (programa para la mejora del aprendizaje y el rendimiento, o algo así).
Supuestamente es para chavales con problemas de aprendizaje sea cual sea el motivo, pero que no sean muy disruptivos, que vayan a aprovechar el programa, se desarrolla en grupos muy pequeños y con profesores especializados en este tipo de alumnado (y reitero lo de “supuestamente”). Este programa, en la mayoría de centros, se imparte en 2º y 3º pero cuando llegan a 4º, pasan al programa general con las optativas de ciencias aplicadas.
¿Sabéis lo que pasa? Que los más de ellos se dan el batacazo en 4º, justo cuando están a punto de acabar y poder salir de esa rueda de hámster y tomar otros caminos que sean a más acordes a sus capacidades o a sus gustos.

Lo que poca gente sabe, y tampoco te suelen informar, es que a los 15 años y siempre que estén ya en 2º pueden pasar a FPBásica y aprender un oficio que les guste y, en ocasiones, puesto que son grupos pequeños, la enseñanza es más práctica, si te encuentras un profesorado comprometido, etc. es una opción para que salgan adelante.
El problema está en que hay profesorado que funciona con las mismas premisas de la ESO: fallo-expulsión y eso hace que ellos vuelvan a sentirse fuera del sistema e incapaces de salir adelante.

Otra opción, si no se supera 4º, es presentarse al examen de acceso a grado medio (algo de lo que también sueles enterarte de casualidad, lo que dice muy poco a favor de los departamentos de orientación de algunos centros). Este examen pueden prepararlo por libre según sus capacidades o en academia, pero les da opción de acceder a una formación en una FP ciclo medio en las múltiples ofertas que hay de oficios y profesiones. Y suele ser una salida estupenda para ellos.

Pero de lo que no te va a hablar nadie, o al menos yo no había oído hablar jamás hasta que no me encontré con un artículo de una entrevista en prensa a la presidente de la asociación, es de las E2O (Escuelas de segunda oportunidad).
El artículo se titulaba “Las escuelas de segunda oportunidad como respuesta al abandono educativo” en el periódico La Vanguardia del 29 de abril de 2021
Compartieron el artículo en un grupo de padres al que pertenezco y cuando lo leí pensé ¿Pero esto existe de verdad y funciona realmente así?
¿Qué hice? Investigar. Meterme en la web de la asociación www.e2oespana.org y buscar donde estaban esas escuelas y a qué se dedicaban.
Anoté las que había en mi ciudad (solo hay 43 en toda España) y fui una por una viendo que oficios ofrecían, que especialidades. Tuve suerte y en un par de ellas impartían lo que querían estudiar mis hijos y luego ya hubo que hacer la preinscripción y pasar las pruebas de selección (en alguna 90 alumnos solicitantes para 12 plazas).

Así que para llegar a donde estamos hoy, hizo falta una “causalidad”, que aquel artículo cayese en mis manos, mi afán buscador, un poco de suerte de que impartieran las enseñanzas que buscaban mis hijos, y que luego ellos pasasen las pruebas de selección ¡Casi nada!

Mis hijos hoy, después de un trimestre de formación son otros….de hecho, son otros desde que empezaron el curso en septiembre.
Van contentos a la Escuela como no los había visto nunca, motivados, animados, se sienten “vistos” y, lo más importante: sienten que tienen un futuro en el que desenvolverse como personas en algo que les gusta, o que podrán ir perfeccionando ¿Se puede pedir más?

Puedo garantizaros que ellos son los mismos….exactamente los mismos que acabaron el curso anterior desmotivados, apáticos, sin ilusión por nada, sin saber qué hacer con su vida.
Hizo falta un trabajo de mentalización para explicarles en qué consistía este tipo de enseñanza, como se daban las clases, que iban a poder lograr. Y ellos fueron, vieron lo que había y lo que hacían y empezaron a ver un poco de luz.

A día de hoy, una vez acabado el primer trimestre, ambos han sacado buenas calificaciones pero, lo que es aún más importante, están animados a seguirse formando y ven que se les han abierto las puertas de un futuro que veían muy oscuro para ellos.

Por mi parte, como “sufridora” hasta ahora de las tutorías en los distintos centros y con los diferentes tutores, ha sido la primera vez que no me han mirado como a la típica madre “súper protectora”, que no sabe lo que tiene en casa….es la primera vez que he podido hablar con un tutor de la adversidad temprana, de las consecuencias del trauma, o del TEAF.

OTRA MIRADA

¿Qué han hecho? VERLES. Gastar un poco de tiempo en observar cuales son sus fortalezas y cuales sus debilidades. Aprovechar las fortalezas para motivarles y, poco a poco, ganándose su confianza, ir haciéndoles ver donde pueden dar un poco más, donde se tienen que esforzar para ir mejorando poner en valor cada pequeño avance.
Estar al tanto también de su parte emocional, de como gestionan y como responden socialmente frente al resto de los compañeros y en los retos que van surgiendo en el aprendizaje.

¿A qué con este sistema educativo todos podrían avanzar mucho mejor?
Pues bien, hay que llegar desfondado a los 16 años y con una enorme sensación de fracaso por no haber acabado la ESO para poder acceder, con suerte, a este tipo de enseñanza.

De acuerdo que son clases de unos 12 alumnos máximo y algunos ratos las desdoblan, que me van a decir que no hay recursos para trabajar así con todos….pero, yo me pregunto ¿Sale más rentable la altísima tasa de fracaso escolar que tenemos? ¿No se les podría dar esta opción a los que suben justos ya de primaria, con 12 años, y que no pasaran toda la ESO con esa sensación de fracaso absoluto? También tengo que decir que, en mi opinión, si se trabajase siempre con estos valores, la tasa de fracaso escolar bajaría por sí misma.

A mí me debe poder la pasión de madre pero cualquier cosa me parece bien antes de ver el sufrimiento de muchos de nuestros hijos y de muchas de las familias con las que me relaciono.
Algunas están empezando a sufrir ya en infantil.
Si surge el más mínimo problema, en primaria el sufrimiento está asegurado: que si los sobreprotegemos, que si los patologizamos, que no entran en sus stándares, no hay más.
Llegan a la ESO, en plena efervescencia de la pubertad y, con la sensación de fracaso que arrastran, son carne de cañón del absentismo, del fracaso escolar, de que les pongan la etiqueta de disruptivo en la primera semana de curso, de ahí a las expulsiones repetitivas (que no hacen sino agravar su sensación de no pertenencia y ahondar en su herida de que no son ni queridos, ni suficientes) y eso ya tiene muy mal arreglo.

Como decía al principio, es cierto que no todos reaccionan de la misma manera y que unos se adaptan mejor que otros al sistema educativo pero no porque vean sus necesidades, sino porque ellos hacen un esfuerzo adaptativo, que a muchos les pasa factura más adelante.

Si creéis que sería cerrarles puertas a un futuro mejor, os tengo que decir que eso tampoco es exactamente así, que aquí aplica aquello de que “Todos los caminos llevan a Roma” porque es más fácil, en mi humilde opinión, que un chaval que va asentándose bien, con confianza, con una buena autoestima, que va desarrollando sus habilidades sociales, siga hacia arriba, poco a poco, a su ritmo.

De las E2O se puede pasar a un ciclo medio bien por acumulación de certificados profesionales, o aprobando el examen de acceso a ciclo medio (en algunas les ayudan a sacarlo). Del ciclo medio se puede seguir por el ciclo superior y de ahí a la Universidad….si es que esa es la meta que ellos eligen. Por el camino, han aprendido un oficio y muchas otras cosas de valor incalculable.

Para saber más de Amparo pincha en su imagen.

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