Derecho a la paternidad
En la adopción pueden ocurrir problemas para desarrollar este derecho, debido a que la sociedad entrega mensajes de que los padres adoptivos, no son realmente los padres. En la sociedad se valoriza la parentalidad biológica. Para llegar a ser padres adoptivos triunfadores, deben alterar el cuadro tradicional de la familia ideal para incluir niños no creados biológicamente por los padres.
La habilidad para ser padres adoptivos de un niño mayor está relacionada a la permeabilidad de la familia. Esta cualidad es relevante para cualquier familia que incorpora nuevos miembros por cualquier medio.
El sentido del derecho a ser padres puede ser fomentado durante la preparación para la adopción.
Validación de la paternidad
Cuando una pareja siente que ser padres está bien para ellos, experimentan un sentido de validación. O sea, su parentalidad está ratificada o confirmada por las actitudes sociales y su experiencia con el niño.
Los padres adoptivos de niños mayores, pueden requerir de formas específicas para la validación de su parentalidad, para compensar la ausencia relativa de los soportes sociales que rodean el nacimiento. No hay un rol escrito y puede haber carencia de sustento familiar y de la comunidad.
Hay técnicas para proveer una retribución emocional a los padres, en las etapas tempranas de la adopción, que les aporta placer y gusto con su nuevo niño y un sentimiento de que se pertenecen, hasta que ellos sean capaces de desarrollar una relación de amor recíproco. Si el niño y los padres están emparejados de modo que algunas características del niño satisfagan una parte importante de la imagen que tienen los padres de estos últimos, el vínculo se favorece; por ejemplo, un niño hablador está probablemente mejor ubicado con padres que valoran la interacción verbal que con aquellos que valoran las tareas manuales.
Es posible construir sustento social en el proceso de adopción. El método de estudio de grupo en el hogar, por ejemplo, provee a la pareja que participa, de un círculo sustentador. Los grupos de padres adoptivos o las sesiones grupales organizadas por la agencia de adopción, pueden permitir a los padres discutir la oposición a la adopción por las familias o amigos, o problemas con sus niños.
Preparación para la parentalidad
La preparación de la familia adoptiva es de alguna manera análoga a la del padre biológico. El estudio en el hogar y el período de espera pueden producir un embarazo psicológico, si bien totalmente experienciado, no demasiado extendido.
Desgraciadamente hay aspectos de la práctica de la agencia de adopciones que pueden interferir con los estados preparatorios para la adopción. La inseguridad y carencia de un plazo de tiempo preciso, por ejemplo, pueden impedir la preparación psicológica.
En algunos de los programas más exitosos para colocar niños mayores, destaca la preparación para la parentalidad. Una agencia por ejemplo usa una serie de encuentros grupales, como parte del estudio del hogar.Durante esas sesiones, el grupo se focaliza en la clarificación de valores, análisis transaccional y entrenamiento de efectividad parental, tanto como sobre los niños disponibles para la adopción. Aunque esa agencia coloca niños con necesidades especiales,(los niños mayores son considerados niños con NE) la tasa de disrupción es muy baja.
Períodos de alta emoción
Cuando una persona está enferma, asustada, o vulnerable, o cuando está complacidamente activada, compartir emociones con ella favorece la conducta de apego y el crecimiento del vínculo (Bowlby 1969 citado en Ward 1981).
El psiquiatra Fahlberg ofrece sugerencias concretas para capitalizar las emociones de padres y niños en el momento de la crisis. El trabajador social puede preguntar al padre y al niño uno frente al otro, si ellos desean esta adopción. La réplica afirmativa conocida por el trabajador, anima a la proximidad física tal como besar, y abrazarse entre los miembros de la nueva familia. Así también, si el niño presenta una enfermedad física o ataques de ira, el rol parental puede ser permanecer con el niño y animarlo a la expresión de sus sentimientos hasta que la tensión corporal se relaje.
Conductas de rituales y de pertenencia
Cuando nace un niño, generalmente se hace una ceremonia. El ritual usualmente consiste en señalar los parecidos con el padre, para indicar que es sin duda su niño.
Muchos aspectos del proceso de pertenencia pueden ser incorporados a la adopción. Cada familia es distinta en sus conductas. Para algunas la pertenencia está indicada por un cuadro en la pared. Para otros, está marcada por los nombres de la familia. Referirse al niño como «mi hijo» o «mi hija» es conducta de pertenencia.
Algunas familias envían anuncios de adopción y algunas iglesias organizan rituales especiales de adopción.
Compartir con la familia extensa también es parte del proceso de pertenencia .
Compartir secretos también ayuda al vínculo aunque excluyendo a los que no comparten la relación (Hillix, Harari y Mohr citado en Ward 1981). Enseñar al recién llegado las palabras código, y compartir su historia de vida, son formas que pueden marcar pertenencia (Fahlberg 1979 citado en Ward 1981).
Interacción positiva
El vínculo parece depender más de la interacción social que de las necesidades físicas de encuentro. Si las relaciones son mutuamente satisfactorias en la relación padre hijo, el vínculo tiende a ocurrir. Si un miembro en la relación no recibe satisfacción, tiende a haber vínculo inadecuado.
Hay métodos que los padres adoptivos pueden utilizar para incrementar la interacciones positivas. La práctica mejora la actuación. Los padres pueden practicar divirtiéndose con su niño por, tal vez, 10 minutos al día y pueden practicar diciendo que aman a su niño y darle besos. Se cita el caso de una madre que realizaba «sesiones de 15 minutos de conversación» diaria. También es efectivo jugar con el niño, leer, salir, ver TV juntos.
También es importante dar atención positiva a las conductas que agradan a los padres (Fahlberg 1979 citado enWard 1981).
Resaltar una conclusión:
[…]La adaptación del niño adoptado es en general más compleja que la de sus pares no adoptivos. En este proceso convergen una serie de factores, que pueden determinar el resultado final de ésta. Lo que no podemos negar es que siempre y en alguna medida, la adopción de un niño es un evento que puede generar reparación de los daños que este ha sufrido en mayor o menor medida.Rosas Mundaca, Mario, Gallardo Rayo, Iris, Díaz Angulo, Pamela, Factores que influyen en el apego y la adaptación de los niños adoptados. Revista de Psicología [en linea] 2000, IX [Fecha de consulta: 3 de enero de 2018] Disponible en:<http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=26409110> ISSN 0716-8039
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