Pero a tu lado. De la parentalidad positiva a la crianza terapéutica. Reseña de Mercedes Moya

Pero a tu lado. De la parentalidad positiva a la crianza terapéutica. Arranca con un telonero de lujo, Alberto Rodríguez González, Psicólogo Especialista en Acogimiento y Adopción en Agintzari. Humano y profesional a partes iguales. Es este un libro según su autor, Iñigo Mtnez de Mandojana  «más maduro y más canalla» que su primer trabajo (Profesionales portadores de oxitocina) y en el que ofrece una lectura técnica sobre la crianza en contextos saludables y terapéuticos. Y es ese término «técnico» que da la clave, por los muchos recursos que aporta, que es de obligada lectura para educadores y profesionales de la ayuda, pero también muy necesario para cuidadores padres y madres y yo voy a hablar desde lo que me toca que es como madre y compartir mi impresión personal sobre este libro que llevo conmigo desde que fue publicado y que releo a menudo.

No es un libro fácil para madres y padres adoptivos o de acogida, no tanto de leer cómo de asumir lo que lees. Pero es imprescindible para llegar a entender y conocer lo que hay detrás de muchos comportamientos nuestros y de nuestros hijos y ser capaces de ayudarles desde una actitud diferente. Como bien dice “la alfabetización emocional, la adquisición de habilidades de autorregulación y la psicoeducación son responsabilidades parentales”…” Identificar, nombrar y regular…”Si un progenitor no ha identificado y puesto nombre a los sentimientos del niño ¿Cómo podrá este identificar sus propios sentimientos y tenerlos en cuenta?”. Y añado, si no sabe identificar sus propios sentimientos, de donde parten sus reacciones, qué es lo que le dispara o desregula, ¿Cómo podrá ayudar al niño a identificar, nombrar y regularse?

En el círculo de madres y padres comprometidos en ayudar a los niños que han sufrido Adversidad Temprana estamos muy familiarizados con el concepto de parentalidad positiva ( contacto físico, contención, sintonía emocional…) Pero sentíamos que no era suficiente y hace unos años en la séptima edición de las Jornadas de Parentalidad Positiva de Mojácar, la respuesta vino de la palabra de Iñigo Mtnez de Mandojana  en su ponencia titulada “De la parentalidad positiva a la parentalidad terapéutica”  . Una apuesta apasionante e ineludible para que los padres, que muchas veces no sabemos cómo hacer o en qué nos equivocamos, podamos cambiar la mirada y la actitud para ayudar en el desarrollo de nuestros hijos/as, basada por supuesto en el afecto, en ofrecer verdadera seguridad y en mucha presencia (algo no tan fácil cuando se trata de chicos/as traumatizados/as que toleran mal a los adultos porque han sido quienes les han ocasionado el daño), en el  fortalecimiento o reconstrucción del apego y en LA EMPATÍA , con mayúsculas, para sintonizar con el mundo interno de nuestros hijos, para responder adecuadamente a sus necesidades porque esa empatía es la clave de la regulación emocional. Ir más allá de la comprensión o el intento de comprender a nuestros hijos. Se trata de conectar con ellos. Ser capaces de percibir y sentir las vivencias internas del niño o de la niña para dar una respuesta ajustada a lo que necesita y demanda, más allá de lo que su comportamiento  evidencie, más allá de sus palabras, de lo que dice, de lo que hace. Ser capaces de comprender sus disparadores y sus expresiones y ser capaces de como si de traductores de su idioma se  tratase, de traducir todo eso para comprenderles y poder ayudarles. Pero también ser capaces de comprender nuestros propios disparadores, qué nos remueve, que activa en nosotros esas reacciones emocionales sobre la que no tenemos  control. Leyendo el libro vamos a darnos cuenta de hasta qué punto se requiere de trabajo personal, de autoregulación, de autocuidado, de mentalización y sintonización.

Con los niños que han sufrido adversidades, el autor nos invita a postularnos más allá del dolor, del sufrimiento o de la adversidad para generar contextos de resiliencia. Un proceso que no se puede hacer de cualquier modo “Un proceso que, si se realiza de manera estructurada y sostenida, con conocimiento e inteligencia, puede convertirse en un verdadero proceso sanador”, porque nuestros hijos precisan adultos competentes y disponibles, fuente de seguridad que den respuesta a sus necesidades de manera adecuada, con paciencia y cuidado, incondicionales, incorruptibles y dignos de su confianza. Iñigo Mtnez de Mandojana nos explica  la necesidad de  ser emocionalmente más accesibles y cómo hacerlo y con este libro podemos nutrirnos y aprovechar la gran experiencia de su autor volcada en casos reales y muchos recursos y herramientas, con recomendaciones de libros, películas, música,- incluso tiene dos listas en spotify-, (Parte 1 , Parte 2 en las que recopila canciones que nos pondrán en situación de empatizar pues muchas nos acercarán a nuestra propia adolescencia), herramientas que nos van a ayudar a que a través de la mentalización, creemos puentes con nuestros hijos para que cuenten con unos padres sensibles a sus necesidades y con capacidad para atenderlos, acompañarlos y ayudarles para que puedan desarrollarse de forma sana a nivel psicológico y físico.

Pero a tu lado  nos da las claves para ayudarles y ayudarnos a ser conscientes de la necesidad de hacer el esfuerzo y tener el coraje y la valentía para diferenciar lo que nos pasa a nosotros y lo que les pasa a ellos, de cómo evitar que nuestras propias emociones nos impidan hacer lo que realmente sea necesario para ayudarles cuando sus conductas y su proceder nos lleven a posturas defensivas porque nos hagan sentir amenazados y temblar nuestros cimientos. Y siguiendo con el símil, más que un libro es una herramienta, es el pico y la pala que muchos padres necesitamos para construir el mañana de nuestros hijos sobre cimientos de un pasado con la aluminosis del trauma. Cómo dice Iñigo: “ Hay tanto por hacer antes de poner sujetos y predicados a las vivencias…”