Principios irrenunciables de una paternidad sana. Por Assumpció Roqueta Sureda

Principios incondicionales infografía

• Incondicionalidad de la paternidad.

“Estaremos siempre contigo, hagas lo que hagas te querremos. No te abandonaremos nunca”. Sea como sea nuestro hijo adoptado, lo aceptamos tal como es. El compromiso es para toda la vida. El tema de la permanencia de los padres es básico para la estabilidad del niño. Los padres han de ser visibles y accesibles, y ello requiere tiempo y disponibilidad para estar con el niño. Disponibilidad, proximidad y permanencia son pues, tres características básicas que han de tener los padres.

• Establecimiento de hábitos, normas y límites claros y sólidos, y desde el primer momento.

Hábitos y normas asequibles y coherentes para el buen funcionamiento y organización de la familia, teniendo en cuenta a la vez la flexibilización y la permeabilidad necesaria según la etapa evolutiva del niño. Esto genera en el niño seguridad y confianza. A su vez, es también importante consensuar las normas y dar un refuerzo positivo a los logros de los niños.

• Coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos y coherencia entre el padre y la madre

Algo del todo necesaria para el desarrollo armónico del niño.

• No compadecerlos.

Aceptamos la mochila que todo niño adoptado lleva de su pasado, pero no la compasión como principio.

• No engañarlos nunca.

El niño siempre ha de encontrar en sus padres respuestas verdaderas, y si no sabemos la respuesta, estaremos presentes, estaremos a su lado, buscando la proximidad la complicidad y el silencio.

• Adaptarse a su ritmo.

Es muy importante respetar el ritmo de nuestros hijos.

• Ajustar las expectativas a las aptitudes reales de los niños.

No se les puede pedir más de lo que son capaces de este aceptar al hijo tal como es implica aceptar sus límites.

 

“Para criar o educar bien a un hijo no hay que tratar de ser un padre o una madre perfectos, de la misma manera que no hay que esperar que el niño sea un individuo perfecto”.
B.BETTELHEIM, 1994.

 

graciasAssumpta Roqueta Sureda. Maestra, psicóloga, especialista en: psicomotricidad, pedagogía terapéutica y en audición y lenguaje. Formada en psicoterápia infantil. IFIV de Barcelona.

Este post está contenido en el capítulo 3 de su  libro «FUI ADOPTADO ¿Y QUÉ? Una nueva mirada de la adopción desde un enfoque sistémico, comprensivo e integral» de la Editorial: Medici

Otras publicaciones:

Neuropsicología del abandono y el maltrato infantil , junto con Beatriz García Luna y Rosa María Fernández García

 

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