De acuerdo con estudios que se han hecho al respecto, entre los factores de mayor riesgo para las complicaciones evolutivas en los niños en situación de vulnerabilidad se encuentran malnutrición y/o consumo de alcohol en el embarazo, prematuridad, maltrato, abandono negligente, abusos y tiempo de estancia en una institución. El tiempo de estancia en una institución es el origen de la deprivación, sobre todo si el menor en cuestión ha sido internado en su primera infancia.
La mayoría de los niños que entran en el sistema de protección del Estado, están en situación de desamparo y necesitan una familia de acogida, ya sea en acogimiento temporal o permanente.
Mientras se encuentra una familia de acogida para el menor, son las instituciones públicas o las asociaciones de acogida, las que atienden en sus centros a estos niños cubriendo sus necesidades básicas. Sin embargo, el entorno óptimo para el desarrollo del niño es la familia.
La acogida implica asumir el cuidado del menor que no puede ser atendido por su familia natural.
El hablar de acogimiento familiar es hablar de temporalidad, de contacto y regreso a la familia biológica.
El tiempo de acogida del menor puede ser variable e incluso puede durar hasta su mayoría de edad.
La finalidad tanto de la adopción como de la acogida es conseguir que los niños que están en situación de desamparo vivan en un entorno seguro, ya sea de forma temporal o definitiva.
Hemos recopilado algunas de las frases e imágenes que han acompañado a los artículos sobre este tema publicados en esta web.
Agradecemos a cuantos profesionales y especialistas en adopción han querido compartir sus trabajos y su labor ayudando a las familias a entender y profundizar en este tema.
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